135.000 euros para un paciente que se quedó paralítico tras una operación en el HUCA


 
Antonio Pesquera sufrió una infección hospitalaria en el HUCA que le dejó graves secuelas. El TSJA le ha dado la razón y obliga al Sespa a indemnizarle
LAURA FONSECA / AZAHARA VILLACORTA | GIJÓN.

«Lo que le hicieron a mi marido fue un crimen y no hay dinero que lo repare». Ofelia ha ganado la batalla que emprendió hace dos años contra el Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa), pero los 135.000 euros que Antonio Pesquera, su marido, recibirá de indemnización por las graves secuelas sufridas tras su paso por el HUCA en 2009 «no compensan». Hasta marzo de ese año, cuando le llamaron para una operación del corazón «después de un año de espera», este camionero «iba todos los días a dar un paseín hasta la playa del Arbeyal y, por la tarde, a jugar la partida». A sus 67 años, arrastraba una fatiga importante porque había sufrido dos infartos y, debido a su cardiopatía y su estenosis aórtica (estrechamiento), estaba pendiente de que le implantaran una prótesis coronaria en el Hospital Universitario Central de Asturias. Eso ocurrió el 16 de marzo de 2009. Pero Antonio, Toni para los amigos y compañeros de profesión, sufrió una infección hospitalaria y tuvo que permanecer casi un mes en la UCI. Según reza la sentencia de la Sección Única del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) que condena al Servicio de Salud a indemnizarle, el catéter empleado para el proceso quirúrgico no fue lo suficientemente desinfectado y contaminó al paciente con una bacteria.
A consecuencia de ello, Antonio «padeció un grave proceso infeccioso que complicó y alargó el postoperatorio». Este vecino de Gijón, nacido hace 72 años en Nueva de Llanes, quedó paralítico y con «graves daños neurológicos».
Su mujer recuerda que «él estaba bien pero salió del hospital en silla de ruedas y ya nunca más volvió a caminar. Durante casi un año, estuvimos de hospital en hospital, porque decían que con rehabilitación iba a mejorar, pero eso nunca pasó». El panorama en casa de este conocido camionero, que llegó a llevar un 'Pegaso Cabezón 9, rememora Ofelia, es desolador. «Necesita atención y ayuda para todo. Tenemos que levantarlo del sofá o de la cama entre tres personas, porque sola no me arreglo. Menos mal que me ayuda uno de mis hijos y mi nieto».
La familia de Toni Pesquera reclamaba 300.000 euros, pero el TSJA rebajó la indemnización a 135.000 al entender que, pese a que el Sespa incurrió en mala praxis por no haber aplicado la profilaxis suficiente, el afectado tenía condiciones de salud previas un tanto adversas. No obstante, se trata de una de las condenas económicas más altas a las que ha tenido que hacer frente la sanidad asturiana. Durante el juicio, el Sespa argumentó en su defensa que lo ocurrido había sido «un caso de fuerza mayor, y que las infecciones» como la sufrida por Antonio Pesquera «son imprevisibles e inevitables». El tribunal, por contra, considera que, con una mejor asepsia en los quirófanos e instrumental, se podría haber evitado. La sentencia es firme.